Klaus Schulze
… nuevos o de segunda mano, millones de fusiles Kalashnikov AK47
circulando por todo el mundo, desde 1947, pasando de unas manos a otras, provocando
una media de 250.000 muertes al año, sin que haya una sola guerra (desde
Vietnam) en la que no se haya escuchado el silbido de sus balas…
… «this domain name has been seized» (este nombre de dominio
ha sido incautado), se podía leer en la web de Liberty Reserve, una suerte de banco virtual que se dedicaba a
facilitar pagos y transferencias a través de Internet. Para tener una cuenta en
Liberty Reserve bastaba con proporcionar un nombre, una fecha de nacimiento y
una dirección de correo electrónico. A partir de ese momento se podía ingresar
dinero mediante tarjeta de crédito, transferencia o cualquier otro sistema de
pago. Las transferencias se ejecutaban de manera instantánea, con una comisión
de un 1% sobre cada transacción (con un máximo de 1,98 dólares). Gracias a
estas facilidades que Liberty Reserve ofrecía a sus clientes, estos podían
cambiar dinero real por dinero virtual de manera anónima, por lo que dicha
plataforma era utilizada para blanquear y mover de un lado a otro del mundo
grandes sumas de dinero procedentes a menudo del mundo del crimen. Un fraude
planetario que podría superar los 6.000 millones de dólares provinientes de
estafas con tarjetas de crédito, pornografía infantil, narcotráfico, robo de
identidad, piratería informática, etc. , perpetrado a través de más de 55
millones de transacciones diarias y utilizando cuentas opacas en España,
Marruecos, Hong Kong, China, Chipre, Rusia, y Australia…
… la impresión 3D permite fabricar, mediante la
superposición de capas, todo tipo de piezas cuyo diseño haya sido generado
previamente con un ordenador. La información relativa al diseño puede ser
enviada desde cualquier lugar del mundo o estar disponible en Internet. Para la
fabricación de la pieza, la impresora 3D utiliza plástico o cualquier otro
material susceptible de poder ser fusionado, mediante calor o con algún
pegamento. Actualmente , existen proyectos para fabricar carne artificial o
prótesis para el cuerpo humano, si bien la tecnología es aún muy incipiente y
tanto la impresora como los materiales utilizados son todavía caros, algo que
previsiblemente irá resolviéndose en el futuro. ¿Cambiarán las impresoras 3D
los sistemas de producción, pasando de la fábrica al salón? ¿Puede una
impresora 3D replicarse a sí misma y crear otra impresora 3D?
Uno de los primeros objetos que se han fabricado con esta
tecnología es una pistola: la Liberator, hecha con 16 piezas de plástico ABS, y
capaz de disparar seis veces seguidas y de utilizar balas de diferentes
calibres. Al no contener piezas metálicas, la pistola podría ser indetectable
en los controles de los aeropuertos. Para cuando se intentaron retirar los
archivos de la web, estos ya habían sido descargados cientos de miles de veces
y en decenas de países distintos, lo que hace imposible su prohibición total.
El día que exista un marco legal (uno para cada país) que prohíba armas como la
Liberator —en esencia se trata de tráfico de armas—, la tecnología ya habrá
permitido que sean muchas las que circulan por el mundo, lo que complicará aun
más el asunto. No sería descabellado que en breve alguien cometiera un crimen
con dicha arma con la intención de ostentar el execrable honor de ser la
primera persona que lo hace…
… «Dado que toda palabra es idea», decía Rimbaud,
«¡tiene que llegar el tiempo de un lenguaje universal!... Esa lengua nueva o
universal hablará de alma a alma y lo resumirá todo, perfumes, sonidos,
colores, uniendo todo pensamiento». La clave de este idioma, está de más
decirlo, es el símbolo, que sólo el creador posee. Es el alfabeto del alma,
prístino e indestructible. Gracias a él, el poeta, señor de la imaginación y gobernante
anónimo del mundo, se comunica, comulga con sus camaradas. Con el fin de
establecer este puente, el joven Rimbaud se entregó a sus experiencias. ¡Y con
qué éxito, pese a su repentina y misteriosa renuncia! Desde más allá de la
tumba sigue aún comunicándose, y cada vez más poderosamente con el correr de
los arios. Cuanto más enigmático nos parece, más lúcida se hace su doctrina.
¿Paradójico? De ningún modo. Todo cuanto hay de profético sólo puede revelarse
con el tiempo y la contingencia. En este medio vemos hacia atrás y hacia
adelante con idéntica claridad; la comunicación se convierte en el arte de
instaurar en cualquier momento en el tiempo una relación armónica entre pasado
y futuro. Todos y cada uno de los materiales son de la misma utilidad, siempre
y cuando puedan ser convertidos en la moneda eterna: la lengua del alma. En
este reino no existen ni analfabetos ni gramáticos. Sólo es necesario abrir el
corazón, desechar todo prejuicio literario... en otras palabras, revelarse. Lo
que equivale, por supuesto, a una conversión. Se trata de una medida radical
que presupone un estado de desesperación. Pero si todos los demás métodos
fallan, como inevitablemente suele suceder, ¿por qué no recurrir a esa medida
extrema, la conversión? Sólo en las puertas mismas del infierno asoma la
salvación. Los hombres han fracasado, en todos los sentidos. Una y otra vez han
tenido que volver sobre sus pasos, retomar la pesada carga y comenzar por
enésima vez la empinada y ardua ascensión hacia la cumbre. ¿Por qué no aceptar
el reto del espíritu y someterse? ¿Por qué no rendirse y hallar así acceso a
una nueva vida? El Antiguo está siempre esperando. Unos lo llaman el Iniciador,
otros el Gran Sacrificio…» («El tiempo de los asesinos», Henry Miller)
… «¿Acaso todos
los seres a los que fascina lo infinito no se hallan en camino hacia el
delirio? La normalidad o la anormalidad nos importan un bledo. Vivamos en el
éxtasis de lo ilimitado, amemos todo lo que no tiene límites, destruyamos las
formas y creemos el único culto que carece de ellas: el de lo infinito» («En
las cimas de la desesperación», Emile Cioran, autor fascinado por lo
infinito)
… y sin embargo
una rata, una pobre y vulgar rata, con su curiosidad y con su perseverancia
puede dejar sin luz a toda una ciudad…
… «el libro es
forzosamente un calco: calco de sí mismo en primer lugar, calco del libro
precedente del mismo autor, calco de otros libros a pesar de las diferencias,
reproducción interminable de conceptos y de palabras dominantes, reproducción
del mundo presente, pasado o futuro. Pero el libro anticultural todavía
arrastra un gran lastre cultural: no obstante, hará de él un uso activo de
olvido y no de memoria, de subdesarrollo y no de progreso a desarrollar, de
nomadismo y no sedentarismo, de mapa y no de calco» (Gilles Deleuze, Félix
Guattari, «Capitalismo y
Esquizofrenia: Mil Mesetas»)…